miércoles, 29 de agosto de 2012

San Pedro Apostol Mayor en verano.

Como ya dije en la esta entrada, las posibilidades de fotografiar la iglesia de San Pedro Apostol Mayor de Gijón son múltiples.




Y como estamos en verano, nada mejor que retratar, a su lado, a los bañistas que aprovechan el día perfecto: con la marea baja, el mar en calma y sin una sola nube.

sábado, 25 de agosto de 2012

De vuelta al río Profundo y vista a las fuentes de Obaya.

Durante las vacaciones en Asturias, tuvimos el placer de recibir a Carlos, responsable del blog "Entre viajes y pollos". Además de la iglesia de San Juan de Amandi, uno de los lugares específicos a los que él quería ir era la ruta de los molinos del río Profundo (es lo que tiene haber visto antes parte de la ruta en este mismo blog, que entran ganas de ir).
Así que decidimos darle ese pequeño placer, aunque por falta de tiempo, pensamos que lo mejor era realizar un tramo del mismo, el que consideramos más bello personalmente y al que se podía llegar en coche.




Ya en la ruta, fue increíble ver la forma en la que cambia el bosque en tan pocos meses. La exuberante vegetación invadía tanto parte del sendero como la orilla, hasta el punto de que en algunos lugares era imposible ver las cristalinas aguas.
Aunque más impresionante es adentrarse en la penumbra de este bosque de ribera, notar la humedad y ver prácticamente todo de color verde. Por suerte esto no es la selva tropical...es mucho mejor.



El lado negativo fue no ver tantas florecillas como en abril. Sólo las del androsemo o sanalotodo (Hypericum androsaemum) daban algo de colorido al fondo verde.

Hypericum androsaemum.


Al día siguiente también fuimos con Carlos a otro lugar muy similar tras subir al Sueve. En este caso se trata de las Fuentes de Obaya, en Gobiendes (parroquia de Colunga). Es una ruta de muy corto recorrido, apenas se tardan 30 minutos en llegar hasta las llamadas fuentes de Obaya desde el centro de interpretación de la Sierra del Sueve. Desde el centro, atravesando el bonito pueblo y siguiendo las señales, se llega al camino que sale hacia las fuentes. Como ya conocíamos el pueblo de una visita anterior, nosotros no saltamos esta parte y fuimos directamente al camino. Aún así, totalmente recomendable visitar tanto el pueblo como su iglesia.



En cuanto a las fuentes, el paisaje es muy similar al del río Profundo, pero al llegar al final uno se puede dejar llevar por lo sueños...o tal vez por las xanas.





lunes, 20 de agosto de 2012

Las otras caras del parque Isabel la Católica.

Como ya comenté en una entrada anterior sobre este parque gijonés, la posibilidad de observar especies silvestres es bastante alta, sobre todo cuando se trata de aves migratorias o invernantes, además de los paseriformes (pájaros) y pitos reales allí presentes.
Sin embargo, el verano no es una buena época para ver a estas aves, periodo en el que he ido varias veces. Ya sabemos, durante esta estación muchas de ellas se encuentran criando en el norte de Europa y los pájaros permanecen ocultos entre las hojas de los árboles...
Pero de todas formas, se dejaron ver la garceta común, la garza real, las omniprentes gaviotas,  la focha con sus crías al igual que la gallineta, el ánade real, el porrón europeo, el pito real, y por último, una "flecha azulada" que posiblemente fuera de un martín pescador (siempre quedará la duda).

Garza real
Garceta común.
Porrón europeo o común.
Ánade real macho en eclipse.
Gaviotas reidoras.
Gaviota patiamarilla.
Gallineta.


En fin, habrá que esperar unos meses. Ojalá vuelva aquel famoso morito, aunque yo me conformaré en próximas visitas con ver a la gaviota de Delaware y los pajarillos ahora ocultos.

Por ello, el grueso de esta entrada, en forma de fotografías, se lo dedico a aquellas aves, generalmente exóticas que se han ido introduciendo poco a poco en nuestro país, salvo contadas veces. Estas aves, son fáciles de encontrar en el las lagunas o en los terrenos adyacentes, aunque en ocasiones resulta más complicado si se encuentran en la isla.

Muchas ya son muy conocidas por el público general, como es el caso del cisne vulgar y el cisne negro. El primero, procedente de otros puntos de Europa, no se encuentra o mejor dicho, no se encontraba de forma natural en nuestro país. El segundo es originario prácticamente de las antípodas (Australia), pero su presencia en los parques europeos es tradicional, pudiéndose observar en muchos de ellos, e incluso llegan a criar como se puede observar en la fotografía.

Cisne vulgar.
Cisne negro.
Cisne negro.

Otra de las aves más reconocidas por la gente es uno de intenso colorido y larga cola, el pavo real.

Pavo real.

Pero mejor continuar con las ánatidas, que queramos que no, forman el grueso de la población faunística del parque. Los más llamativos por su colorido y la forma que le dan sus plumas son los patos mandarines. Personalmente he observado tres, una pareja albina y un macho con el plumaje normal. En cualquier caso, son aves preciosas, aunque de las más tímidas que se pueden observar en este parque.

Macho de pato mandarín.
Macho de pato mandarín (albino).

Para terminar la parte de las aves más reconocibles por el público, el ánsar común y su primo, el ganso doméstico. Forman un numeroso bando, junto al ganso cisne, que se deja notar en cualquier momento del día, sobre todo cuando algún niño (y no tan niño) lleva alguna bolsa con comida. Por suerte, los que se conservan en estado natural no son tan ruidosos ni tan confiados.

Ánsar común.
Ganso doméstico.

De las seis barnaclas presentes en el mundo, se supone que este parque cuenta con cuatro de las especies, aunque yo sólo he visto a tres: la barnacla cariblanca, la barnacla canadiense y la barnacla cuellinegra. Ninguna de estas procede de España, aunque las dos primeras, junto a la barnacla carinegra, son visitantes invernales bastante frecuentes.

Barnacla canadiense.
Barnacla cariblanca.

Una especie que sí se encuentra en España, pero en el sur, es el tarro canelo, lo cual me hace pensar que el que se encuentra en el parque es un ave doméstica. No por ello deja de ser un ser precioso, al igual que el tarro del paraíso, posiblemente el animal que más me guste de este parque. Éste último procede de Nueva Zelanda, siendo la ánatida endémica más frecuente de este país.

Tarro canelo.
Tarro del Paraíso (hembra).

 Dos especies que pueden resultar muy similares son la cerceta de Baikal y el silbón de Chile (también conocido como silbón overo o pato real). Pero en realidad, tras un examen más riguroso, las similitudes son más bien pocas, y su lugar de procedencia es totalmente diferente. Mientras el primero es siberiano, el segundo es sudamericano.

Cerceta de Baikal.
Silbón de Chile.

Para terminar la presentación de patos, el retrato de diferentes ansares o gansos:

Ánsar indio.
Ganso del Nilo.
Ganso del Orinoco.
Ganso del Cabo Barren.
Ánsar emperador.
Pato criollo.

Y aunque la entrada ha sido bastante extensa, de las anátidas que allí viven, aún me quedan unas cuantas por fotografía como el ánsar cisne y el ánsar nival. Además, esta población se ve incrementada con las especies que invernan allí, como el cuchara común.

Para finalizar, un reptil que es fácil de ver allí y en otros lugares de España. También se trata de un animal introducido al ser una mascota que luego se tiende a abandonar, la tortuga de Florida (Trachemys scripta scripta). Sin embargo, esta especie no es muy apreciada debido a que resulta dañina para el medio ambiente autóctono.
 

                        




sábado, 18 de agosto de 2012

La rosa.

Andando por el camino predregoso sólo ves cómo crece la gris maleza en sus márgenes. Con la mirada buscas detenidamente un color que le de algo de alegría, aunque sólo sea el rojo de las amapolas. Pero nada.
Hasta que llegando al final del camino observas ese algo, mucho más bello que esa esperada amapola. Es la rosa que nunca pensaste encontrar.
En ese momento, sólo te fijas en ella, admirándola. Sabes que esa rosa es la que siempre has querido y querrás.




jueves, 16 de agosto de 2012

Parroquia de Somió

En la parroquia de Somió, perteneciente al concejo de Gijón, se encuentran algunos de los lugares más importante para la vida de esta ciudad, como son el Recinto de Ferias y Exposiciones de Asturias (actual punto de celebración de la Feria Internacional de Muestras de Asturias), el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, el Rinconín con su paseo, y el Parque Cabo de San Lorenzo (también conocido como La Providencia). Pero en esta entrada no nos vamos a deterner en ninguno de estos, ya que algunos los veremos forma más detallada.

En este caso se van a descubrir los sitios menos conocidos o menos visitados de esta parroquia. Para ello, conviene saber que esta parte de Gijón es conocida por albergar el lugar la residencia o de veraneo de la aristocracia de la ciudad desde el siglo XIX, y de las clases altas en los últimos años.
Así, junto a modernos chalets se pueden encontrar grandes mansiones y quintas entre las calles de este barrio. Algunos de estos palacios se mantienen en perfectas condiciones en la actualidad, como es el caso de la Villa María, La Redonda (donde se encuentra el Museo Evaristo Valle), La Riega, y la que posiblemente sea la más conocida, La Concepción.

Villa María

Pero no todos han corrido la misma suerta, abandonados por sus propietarios, van muriendo poco a poco.



Entre los edificios eclesiácticos destacan la iglesia de San Julián de Somió, construida en el siglo XX aunque siguiendo las pautas del arte asturiano más tradicional.



Cerca de allí se encuentra el Convento de las Madres Agustinas Recoletas, el cual forma parte de una de las plazotelas más bonitas que se puede visitar en Gijón, la de Villamanín.


En el centro de la misma se encuentran un roble o carbayo de gran porte que nos recuerda que no hace mucho las carbayedas gozaron de una mejor salud.


Testigos de este pasado también son otros carbayos que se pueden encontrar por sus calles, e incluso en pequeñas carbayedas como la de Candenal.


 





miércoles, 15 de agosto de 2012

El retorno del aguilucho.

Ya estoy de vuelta en casa, tras una larga temporada por tierras norteñas. Como siempre, disfruté de la comida y los merenderos en buena compañía (incluso andaluza), descubrí bellos lugares junto a Mis Cosines (que os lo contará desde otro punto de vista o de otras formas), tuve la suerte de ver en directo los bailes regionales por primera vez; y está claro, que mis mañanas y tardes en la ría de Villaviciosa no me las quitaba nadie (cuando se podía).
E increiblemente, tuvimos muchos, muchos y muchos días de playa en el norte, aunque sólo fui uno.




Y esta foto de un aguilucho lagunero hembra fue posiblemente el momento más emocionante de mis salidas a la ría, cuando llegó al Cierrón, se posó en el suelo durante un par de minutos y se marchó tal como vino.