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miércoles, 6 de agosto de 2014

Recorriendo sitios conocidos de Asturias.

Como en los últimos años, he pasado varias semanas en el concejo asturiano de Villaviciosa, disfrutando sus paisajes, pueblos y gastronomía. Y como no puede ser de otra forma, os lo iré mostrando a través de este blog.
Durante este periodo vacacional he podido pasarme de nuevo por algunos lugares de Villaviciosa y de sus alrededores, pero también he descubierto otras parroquias, además de haber hecho excursiones más largas tanto dentro como fuera del Principado.
En esta primera entrada de la temporada voy a enseñaros aquellos lugares a los que he vuelto por diferentes motivos, aunque el principal es claramente mi gusto hacia ellos. De hecho, aquellas personas que visitan el blog desde hace años tal vez reconozcan muchos de ellos, ya que todos han salido aquí.



Empezamos por la parroquia de Camoca. La primera vez que vinimos fue el verano pasado, cuando subimos al Alto de la Campa. Entonces quedamos prendados de este privilegiado y tranquilo lugar que se encuentra entre montes con sus prados y huertos.



Como en la anterior ocasión, empezamos por la iglesia románica de San Juan Evangelista de Camoca, la cual data del siglo XIII. Desde allí seguimos por la carretera hacia el norte (justo la contraria a la tomada el verano pasado) observando los muchos árboles que en esta época se encuentran cargados de diferentes frutos. 



En esta zona de Asturias en general y de Villaviciosa en particular exista una densidad elevada de templos románicos, especialmente de estilo más rural como este ejemplo de Camoca. También tuvimos ocasión de pasarnos a ver dos muestras más del románico maliayo. En concreto el primero fue San Julián de Cazanes, el cual data del siglo XII. Ya había ganas de pillarlo en un día despejado, ya que anteriormente siempre habíamos ido bajo la lluvia. Sin embargo, el resultado fotográfico no le hace mucho honor.



Y cómo no, no podíamos dejar de pasarnos por la iglesia de San Juan de Amandi (siglo XIII) desde mi punto de vista uno de los más bellos exponentes del románico de este concejo, con sus numerosos motivos ornamentales tanto en el interior como en el exterior. Desde mi punto de vista sobresalen las dos portadas, especialmente la occidental con su gran elegancia, todo ello rematado por un pórtico del siglo XVII.



Pero bueno, estamos en verano y apetece acercarse a la costa, especialmente en aquellos días que hace sol. Para ello vamos en paralelo a la ría de Villaviciosa, llegando hasta El Puntal, el cual presenta un buen ambiente veraniego y una luz que le da un bonito tono azul intenso al agua.




En El Puntal se encuentra un pequeño puerto de recreo, pero es en Tazones donde se encuentra el puerto pesquero del concejo. Y al puerto le acompaña un pequeño pueblecito de pescadores, Curiosamente, este punto tiene una importancia histórica mayor de la que pensamos, ya que parece que fue aquí donde desembarcó Carlos I en la primera ocasión que vino a España desde Flandes, quedando un tanto perplejo de las tradiciones populares de la época.



Y justo encima, en la aldea de Villar, se sitúa el faro de Tazones. Se trata de un buen lugar si uno busca panorámicas de la costa oriental de Villaviciosa, e incluso se vislumbra el cercano faro de Luces cuando la visibilidad es buena, además de los más cercanos monte Rodides y su playa.



Quitando aquellas vistas, no recordaba muy bien aquella aldea. Sin embargo, en esta ocasión me gustó mucho. Pese a situarse tan cerca a uno de los puntos más turísticos de la zona, el ambiente es mucho más agroganadero del que cabría esperar, con sus pequeñas explotaciones de frisonas, los pastos y plantaciones de maíz, alguna que otra huerta, y alguna facina que resiste todavía a las pacas de heno (plastificadas o no).




Y de la tranquilidad del campo al bullicio de la ciudad. Alguna tarde hay que pasarla en Gijón, y desde luego ir por el muro hasta el Rinconín. Es uno de los paseos marítimos más agradables de recorrer, ya que presenta un ambiente muy bueno que comparten paseantes y pescadores.




En esta ocasión llegué hasta la punta Rosario Acuña, quedando La Providencia para otra ocasión.



Estos son algunos de los lugares que ya habíamos visto y que por su belleza y los recuerdos que nos traen decidimos volver hasta allí. De Asturias habrá mucho más, desde la costa a la montaña, en las próximas entradas en este blog.




sábado, 19 de enero de 2013

Imperfecta simetría.




Ya sea por el entorno, bien por la mano inexperta o bien por no poder realizar un buen encuadre debido a las prisas, mis intentos para hacer fotografías lo más simétricas posibles han sido infructuosos...




Aun así, espero que las fotografías sean de vuestro agrado. Y si alguien tiene algún truquillo para hacer fotografias de este estilo, se agraderá conocerlo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Cigüeñuelas.

Creo que esta ya será la última entrada sobre las aves avistadas en Asturias, exactamente en la Ría de Villaviciosa, durante el verano.
Se ha considerado que en la Ría la cigüeñuela se podía observar  durante el paso prenupcial de forma regular, y más ocasionalmente algunos juveniles durante el paso postnupcial. Sin embargo, desde el año 2009 se han establecido varias parejas en el porreo de El Cierrón, sacando varias polladas desde ese verano, para bien de su especie y para regocijo de nosotros.


Y este año volvieron por allí. Yo llegué cuando ya había varios pollos bastante crecidos. Cuatro de ellos se movían bastante cerca de la orilla, muy confiados de los visitantes con cámara o prismáticos, aunque siempre con uno de los adultos cerca de ellos para protegerlos de cualquier situación.




Sin embargo, parecía que no todas las parejas habían acabado. A lo lejos se veían un par de bolas de plumas amarillentas moviéndose por el fango. Se dejaban ver bastante poco, hasta que no estuvieron algo más creciditos...


Los juveniles que vimos al principio empezaron a abandonar la charca donde crecieron, alejándose poco a poco haciaa otras del entorno. Y para ello, no les queda otra que empezar a volar.




El único punto relativamente malo es la territorialidad de estos animales. Competían entre ellas y con otras especies, desde andarríos a lavanderas blancas. Así que no era extraño escuchar o ver el alboroto y las peleas. Sólo podían estar tranquilas por allí las garzas y garcetas, las gallinetas y los ánades reales. Sin embargo, deseo que los porreos de la Ría de Villaviciosa empiecen a tener un mayor protagonismo para esta y otras especies de aves durante la reproducción.


Para terminar, os dejo una de las fotos que me dejó hacer Carlos con su cámara y objetivo. Se trata de un ratonero que vimos posado mientras conducía por una caleya. Sin peligro de que pasaran otros coches, allí paré, saqué su cámara a través de la ventana (es lo malo de un tres puertas) y estos son los discretos resultados.
 


 

sábado, 25 de agosto de 2012

De vuelta al río Profundo y vista a las fuentes de Obaya.

Durante las vacaciones en Asturias, tuvimos el placer de recibir a Carlos, responsable del blog "Entre viajes y pollos". Además de la iglesia de San Juan de Amandi, uno de los lugares específicos a los que él quería ir era la ruta de los molinos del río Profundo (es lo que tiene haber visto antes parte de la ruta en este mismo blog, que entran ganas de ir).
Así que decidimos darle ese pequeño placer, aunque por falta de tiempo, pensamos que lo mejor era realizar un tramo del mismo, el que consideramos más bello personalmente y al que se podía llegar en coche.




Ya en la ruta, fue increíble ver la forma en la que cambia el bosque en tan pocos meses. La exuberante vegetación invadía tanto parte del sendero como la orilla, hasta el punto de que en algunos lugares era imposible ver las cristalinas aguas.
Aunque más impresionante es adentrarse en la penumbra de este bosque de ribera, notar la humedad y ver prácticamente todo de color verde. Por suerte esto no es la selva tropical...es mucho mejor.



El lado negativo fue no ver tantas florecillas como en abril. Sólo las del androsemo o sanalotodo (Hypericum androsaemum) daban algo de colorido al fondo verde.

Hypericum androsaemum.


Al día siguiente también fuimos con Carlos a otro lugar muy similar tras subir al Sueve. En este caso se trata de las Fuentes de Obaya, en Gobiendes (parroquia de Colunga). Es una ruta de muy corto recorrido, apenas se tardan 30 minutos en llegar hasta las llamadas fuentes de Obaya desde el centro de interpretación de la Sierra del Sueve. Desde el centro, atravesando el bonito pueblo y siguiendo las señales, se llega al camino que sale hacia las fuentes. Como ya conocíamos el pueblo de una visita anterior, nosotros no saltamos esta parte y fuimos directamente al camino. Aún así, totalmente recomendable visitar tanto el pueblo como su iglesia.



En cuanto a las fuentes, el paisaje es muy similar al del río Profundo, pero al llegar al final uno se puede dejar llevar por lo sueños...o tal vez por las xanas.





miércoles, 21 de marzo de 2012

Caballo juguetón.

He tenido la posibilidad de conocer multitud de caballos, incluso por nombre. Algunos de ellos eran atléticos pura sangre inglés, otros preciosos españolitos, y los últimos, saltarines silla francés.
Entre éstos ha habido algunos con los que me encariñé tras estar tratándoles semana a semana para que se curen lo antes posible. E incluso me he apenado cuando alguno no ha conseguido sobrevivir a su grave enfermedad.
Pero hay uno al que nunca he acariciado, al que nunca he podido llamar por su nombre, al que sólo he visto una vez...y ni siquiera es el más bonito. Sin embargo, me acuerdo mucho de él, de sus carreras y sus brincos por el campo, siguiéndonos hasta que ya no pudo más.
Por eso, hoy le dedico una entrada, una entrada para ese caballo juguetón y desconocido.





miércoles, 7 de marzo de 2012

Puente de Amandi.

En una de mis primeras entradas, sobre San Juan de Amandi, puse una fotografía de este puente. Para mi gusto, no le hacía honor, por lo que traigo una nueva, mucho mejor (aunque no la que preferiría haber sacado), desde el otro lado.


domingo, 19 de febrero de 2012

Facinas.

Dos facinas, como se llama en Asturias a estos trabajados montones de heno, uno terminado y otro recién comenzado.
Todavía se dejan ver por algunos prados, pero poco a poco se van sustituyendo por esas feas pacas de heno envueltas de plástico, típicamente negras y circulares, las cuales afean el bello paisaje asturiano.



Y yo me siento entre las dos, pues mañana comienza el siguiente cuatrimestre de una carrera totalmente relacionada con el heno, la agricultura, y en fin, con el campo (aunque cada vez menos, incluso en Asturias.).

jueves, 9 de febrero de 2012

miércoles, 18 de enero de 2012

sábado, 14 de enero de 2012

Animales por España.

Hace tiempo comenté que dedicaría una entrada a los caballos y otros animales (no salvajes). Muchos ya conocen de dónde viene mi gusto por ellos, y si le juntamos mi afición a la fotografía, tenemos a un futuro veterinario-fotógrafo.
Me encanta plasmarlos en una imagen, sobre todo si están al aire libre, en una verde pradera o en un pequeño pueblo.

Por ejemplo, me emociono al ver varias frisonas bajo una panera. Algo tan extraño en mis tierras (y no sólo por la panera, claro).



O cuando veo al xatu retozando alegremente junto a su madre.



También me alegré al ver juntos a estos tres amigos, reposando bajo la sombra de los árboles del pirineo catalán.



O a este caballo, absorto con su comida. Ni siquiera se fijaba en la multitud de excursionistas que pasaban a su lado.



Pero las mejores modelos son estas pequeñuelas. Pueden empezar a seguirte hasta la misma puerta del coche...tan atrevidas son a veces.



O también se ponen en la ventana, como si de una abuela cotilla se tratara.



Sin embargo, las mejores fotos siempre son y siempre serán aquellas en la que nuestros compañeros de vida forman parte de un bello paisaje. En este caso podríamos decir que los animales tienen otra función, la decorativa.



Y para el final, no me puedo olvidar de este gracioso caballo. Nos regaló un agradable momento con sus jugueteos, aunque sin olvidar el susto inicial. Ahora siempre que voy a Amandi lo busco, pero nunca está, una pena.
 




sábado, 31 de diciembre de 2011

Vitienes.

Tal vez existan personas que se pregunten por el lugar desde donde hice la fotografía de fondo del blog.





Era la primera vez que iba a la Villa (Villaviciosa). Por aquel entonces, aún me sonaban extrañas muchas de sus palabras, como el gochu que vemos refocilándose en la huerta, o la pega que revoloteaba en la pumarada.
También me costaba recordar el nombre de los lugares visitados, como Amandi (ahora tan conocido), o los que veía en el horizonte, como la Sierra del Sueve.
Pero me quedó clara una cosa, me enamoré de estas tierras y supe desde aquel momento que siempre que pudiera volvería para ir descubriendo poco a poco sus encantos y tradiciones (y su gastronomía).
Todo esto lo supe aquí, mientras daba un placentero paseo, o como dicen aquí, caleyando por Vitienes.


sábado, 17 de diciembre de 2011

Otoño.


                                                  "¡Qué hermoso es tras la lluvia
                                                  del triste otoño en la azulada tarde,
                                                  de las húmedas flores
                                                  el perfume aspirar hasta saciarse!"


Sierra de Ayllón desde Riaza.
A pocos días de que finalice la estación de los contraste vamos a darle un pequeño homenaje.

Con la transformación de las hojas nos fijamos en su llegada. Al principio, sólo unas pocas pasan del alegre verde a las diferentes tonalidades del amarillo...

Riaza.

 ...pero con el paso de los días, más y más hojas se visten de amarillo, siguiendo el ejemplo de sus compañeras.



Aunque las primeras, como si de una carrera se tratara, ya están esperando desprenderse hacia el suelo del bosque, o hacia el camino, o al jardín, a veces por sí solas, y las más, ayudadas por el viento.

Brihuega.


Este proceso se repite en todos y cada uno de los árboles, pero es curioso cómo se adelanta o se atrasa según la región, ya que mientras que en los montes asturianos se resisten los castaños, robles y hayas a abandonar sus hojas...


Un camino Asturiano.

...ya en Castilla están las desnudas ramas esperando a dar la bienvenida al invierno.

Río Manzanares en La Pedriza (Madrid).

La estrofa pertenece a la Rima LXVII, de nuevo de G. A. Bécquer.


martes, 22 de noviembre de 2011

San Juan de Amandi.

"Mozo 2º- Leña es lo que queremos. Hace falta en la hoguera.
Sanjuanera 1ª- La de este año tiene que dejar recuerdo. Más alta que los árboles ha de llegar, hasta que caliente el río y piensen en la sierra que está amaneciendo.
Quico- Como no le prendáis fuego al monte.
Mozo 1º- Poco menos. La Mayorazga nos dio dos carros de sarmiento seco.
Sanjueanera 2º- El alcalde, toda la poda de castañar.
Mozo 2º- Y los de la mina arrancaron de cuajo el carbayón, con raíces y todo."

Puente de Amandi.

Tras este pequeño puente de origen romano se celebra año tras año la fiesta de San Juan en Amandi, pequeña parroquia de Villaviciosa.

Sin embargo, toda la belleza de esta pequeña parroquia no se encuentra ni mucho menos en su puente sobre el río, si no que al ir adentrándonos nos espera la hermosa iglesia de San Juan, perteneciente al románico tardío asturiano. La suma sencillez y delicadeza de su nave no impide la presencia de bellos detalles, entre los que sobresalen sus capiteles de las columnas del interior del ábside.

Iglesia de San Juan de Amandi.



No menos impresionante es su pórtico, un remanso de tranquilidad en la ya de por si tranquila Asturias.


  

Pero aún nos aguarda una sorpresa más. Tras su cuidado jardín, en la parte posterior de la iglesia se encuentra el pequeño y encantador cementerio de San Juan de Amandi, con un par de esculturas donde el tiempo ha hecho mella, embelleciéndolas aún más. Siempre merece ser visitado si nos hemos acercado hasta esta parroquia.


Al fin, desde este punto parte una de las llamadas caleyas, desde donde podemos empezar un agradable paseo para observar los prados, la Villa, al fondo la ría, y cómo no, las pumaradas.




La pequeña descripción de la fiesta de San Juan (que no completa), pertenece a La dama del alba, de Alejando Casona.