lunes, 3 de febrero de 2014

Villa medieval amurallada de Pedraza.

En la anterior entrada mencioné que fuimos a otro pueblo ese mismo día pero no indiqué cuál. Teniendo en cuenta la zona geográfica donde se encontraban Sotosalbos y Turégano creo que muchos que conozcan la zona habrán pensado que posteriormente fuimos o bien a Sepúlveda o bien a Pedraza, y desde luego, no habrán estado desacertados. Aunque la idea inicial era ir a Sepúlveda al final nos decantamos por Pedraza debido a un comentario que escuché mientras estábamos en Turégano.

Ya había estado allí hace unos años con unos familiares, pero me fui con mal sabor de boca. Tal vez tuviera algo que ver el día tan frío y gris que hizo, o que no vieramos esta villa medieval amurallada al completo.
Sin embargo, esta visita sí ha hecho honor a la fama de la villa y marcho mucho más contento de allí, aunque restos de las festividades del pueblo no me permitieon tomar las fotografías como desearía. Además, no tengo buenas fotografías de un monumento tan importante para la villa como es el castillo, lo siento (al menos así tenéis excusa para acercaros).

Entrando en el tema, llegando por la carretera desde La Velilla vemos cómo Pedraza se asienta en lo alto de un monte. Desde ese punto sobresale muy claramente el castillo, continuándose las murallas hacia el este, pero se ven algunas casas y torres de las iglesias, las cuales veremos mejor al entrar.
Las murallas las atravesamos por la única puerta que tiene la villa. Esta puerta fue construida en el siglo XI, aunque reconstruida en el siglo XVI. Sobresale el escudo del Señorío de Velasco, el arco en ladrillo, y para mí, el dibujo geométrico de su fachada exterior.

Puerta de la Villa.

Justo encima de la puerta se encuentra la cárcel de la villa. Ya desde el exterior se aprecia una pequeña ventana, la cual permitía el control de entrada y de salida del pueblo.
Esta cárcel actualmente se ha reconvertido en un museo centrado en la antigua cárcel medieval. Sin embargo, acogió a presos desde el siglo XIII (origen medieval) hasta el siglo XIX. Al igual que la puerta de la villa también fue reconstruida en el siglo XVI, aunque desconozco si en el mismo proyecto.

Cárcel de la villa.

Pero tengo que decir que normalmente la primera vez que atravesemos esta puerta bajo la cárcel será en coche en lugar de andando. Además, tendremos que recorrer alguna calle del pueblo hasta dejarlo en el aparcamiento. Justo al dejar el coche tendremos unas buenas panorámicas con la Sierra de Guadarrama al fondo, el enebral con encinar y a nuestro pies, el río Cega excavando un pequeño cañón que sirve como primera barrera protectora para la población.



Desde allí, curiosamente donde primero iremos casi inconscientemente será al castillo (siglo XII). La imagen que presenta actualmente se la debemos en partes iguales a los Duques de Frías, Condestables de Castilla (Señorío de Velasco) y al pintor Ignacio Zuloaga.
En el siglo XVI, con los Duques de Frías, se construyó el muro defensivo adyacente a la torre de homenaje además de la muralla exterior. Ya en el siglo XX Ignacio Zuloaga lo reformó, ya que por entonces no se encontraba en buen estado.

Desde el castillo se suele tomar la calle Mayor, dejando a nuestra izquieda la Iglesia de Santa María.

Calle Mayor.

Se llega así a la confluencia de la Plaza Mayor de la Plaza del Ganado. Ambas están separadas por la iglesia de San Juan Bautista. Esta iglesia es de origen románico, estilo que todavía se puede observar en algunos restos. Posteriormente fue restaurada siguiendo el estilo barroco.

Iglesia de San Juan Buatista desde la Plaza Mayor.

La Plaza Mayor se caracteriza por su forma irregular y por encontrarse allí algunas de las casas más bonitas, centenarias, con sus pórticos, grandes balcones desde donde ver los espectáculos celebrados en la misma plaza, y sus escudos en las fachadas.

Plaza Mayor.

Desde la propia Plaza Mayor se pueden tomar diferentes calles: la calle de Iscar que nos lleva a la calle Monte; la calle Angosta que termina entre las calles de la Calzada y del Matadero; la calle Real que nos lleva a la cárce de la Villa y por tanto a la salida del pueblo. Elijamos la que elijamos recomiendo recorrer cada una de ellas, ya que son diferentes unas de las otras y presentan rincones muy llamativos.

Calle Procuradores.
Calle Calzada.
Calle Monte.

Seguramente en algún momento del recorrido llegaremos a la Plaza de la Olma, desde donde podemos salir al tramo de la muralla que da a la zona del pozo de las Hontanillas.

Plaza de la Olma.

Desde este punto se puede hacer un recorrido al pie de la muralla hasta llegar a la iglesia de San Pedro, justo al lado de donde hemos dejado el coche.



La visita de Pedraza ya ha finalizado y hay que regresar a casa, aunque con ganas de quedarse allí. En fin, habrá que volver en otro momento.





6 comentarios:

  1. Vaya par de vijajeros!!.
    Eso, eso. Lo que veáis lo compartís y así cuando lo veamos podemos hacer un viaje virtual por esos lares.
    Me gusta mucho esa plaza mayor!!.
    Saludos!!

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    1. Bueno, a Pedraza debéis ir, que os queda al lado de Madrid. Aunque yo os seguiré trayendo lugares para visitar virtualmente, y presencialmente en un futuro.
      Una pena que todavía quedara parte del andamiaje de las gradas de la plaza de toros, que si no...mejores fotografías.

      Saludos.

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  2. Fue un acierto visitar Pedraza para terminar la jornada, a mí me gustó mucho. Su imagen según vienes por la carretera resulta bastante imponente, la verdad.

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    1. Desde luego es la mejor imagen de lo que la villa fue en su día. No nos tenemos que lamentar por no haber ido a Sepúlveda, desde luego (sin desmerecer a este último pueblo, claro).

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  3. Ya veo que es un paseo agradable yendo por la calle que se escoja al azar, qué poco aprovechó mi familia la ocasión de topar con un día de pueblo fantasma.

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    1. Creo que a ti también te gustaría. Además, vimos un cartel a las afueras del pueblo sobre algo del águila imperial, je, je.
      Tus familia, o bien tuvo un mal día o bien no les gustó, me decanto por la primera opción.

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