domingo, 17 de marzo de 2013

De nuevo por Daimiel, con nuevos compañeros.

Como siempre que vamos por allí Mis Cosines y yo, quedamos con Carlos. Sin embargo, en esta ocasión se apuntaron otros compañeros aficionados a la ornitología, los reponsables del blog "Aves y Estrellas".


Pero antes de nada, decir que hace un mes paramos por allí para descansar y comer en nuestro viaje hacia las dehesas cordobesas, cerca del molino de Molemocho. Ese día nos sirvió para observar algunas aves (cigüeña blanca, aguilucho lagunero, curruca cabecinegra, zorzal común, entre otros). También pudimos ver el nivel del agua, por entonces bastante alto, a menos de un mes de la visita prevista en marzo.


Tarabilla común hembra.
Zorzal común
 
Ya por entonces habia bastante agua, incluso más que en otras ocasiones, pero las intensas lluvias de estas semanas nos han permitido verlo aún más lleno. Íbamos bastante preocupados por las previsiones de nubes y lluvia durante la tarde (a intentar aprovechar la mañana lo máximo posible). Además, las malas condiciones de luz hacen que este lugar pierda gran parte de su encanto. El lado bueno, esperábamos que no hubiera tantos excursionistas.

Pero finalmente fue totalmente diferente: aunque nublado, la luz que llegaba era aceptable, y además, nada de lluvia hasta la noche. Sin embargo, nos encontramos un aparcamiento lleno de coches y algún autobús, lo cual indicaba que el número de visitatntes iba a ser muy superior a las otras ocasiones.

Nada más llegar nosotros, Carlos nos avisó que en la laguna de acondicionamiento había cercetas carretonas, a las cuales nunca había conseguido ver. No podía desaprovechar esta oportunidad. Posiblemente la cerceta pardilla sea uno de los ánades que más me gustan, pero desde luego, la carretona tiene muchas posibilidades de competir con la pardilla debido a la belleza de su plumaje.

Cerceta carretona.
Cerceta pardilla.
 
Junto a las cercetas carretona y pardilla era posible observar con facilidad a otras especies que de otra forma no sería tan fácil, como la malvasía cabeciblanca y el porrón pardo.

Cerceta pardilla con porrón pardo macho.
Malvasía cabeciblanca.
Porrón pardo hembra.

Ya en camino por las pasarelas de madera y los observatorios presentíamos que el número de especies avistadas no iba a ser muy elevado, ya que al final las aves tienden a irse a zonas más tranquilas por muy acostumbradas que estén a los visitantes (ni siquiera vimos a los flamencos que siempre se encontraban en el mismo lugar...).  Por la mañana, numerosos aguiluchos laguneros sobrevolaban el carrizo en busca de alguna presa, al ánsar común y a la cigüeñuela se les veía volando en busca de un lugar donde posarse, a las fochas, gallinetas, cucharas comunes y patos colorados nadando o buscando comida en el fondo. Los avistamientos más interesantes de la mañana fueron los escribanos palustres, el pechiazul, una culebrera europea y un par de grullas en vuelo.

Pechiazul.

Con este panorama, decidimos ir a comer a la espera de que situación se tranquilizara y las aves se confiaran, ya que ni siquiera vimos al común carbonero. Y realmente, así fue.
Lo primero fue ir a buscar a ese pechiazul que vimos por la mañana. Se encontraba en la misma zona, saliendo y volviendo del carrizo, o buscando comida en el suelo, y además, salió su posible pareja.

Y mientras nos entreteníamos esperando y observando al pechiazul, un par de cigüeñas blancas nos sobrevolaban, y a mayor altura, tres milanos negros. Pero uno de nosotros avisa: "allí hay más". Un bando de 20 milanos negros cogiendo una corriente térmica para continuar su migración al norte. Estábamos sorprendido por la "gran cantidad de milanos negros", y eso que era una avanzadilla. Siguen llegando, cada vez son más, decenas de ellos al principio, posteriormente centenares sobrevolando las Tablas en círculos para alzarse más todavía y posteriormente dejarse caer planeando para así continuar su migración prenupcial.

Bando de milanos negros.

Con los milanos negros todavía en el aire nos dirigíamos hacia la laguna permanente. Los inquietos mosquiteros musicales no se dejaban fotografiar, saltando de un carrizo a otro. Y al fondo, numerosas parejas de somormujo lavanco con plumaje nupcial, aunque ninguna se animaba a realizar su precioso cortejo.

Mosquitero común.

Cortejo que sí conseguimos observar en el propio Guadiana a su paso por el molino de Molemocho. Por allí, y tras mucha paciencia, también observamos al ruiseñor bastardo y al que posiblemente sea el último grupo de grullas que veamos este año, un poco despistadas las pobres.

Antes de volver a nuestras respectivas casas, decidimos investigar otros lugares lejos del centro de visitantes, con mayor o menor suerte. Algún pajarillo y un cernícalo vulgar engrosaban nuestra lista de avistamientos en un lugar, mientras que otro hacía los mismos honores el alcaudón real.

Cormorán grande.

En fin, después de una mañana un poco floja, pero con una buena tarde, nos volvíamos a casa (al menos yo) bastante satisfechos.

Debo agradecerle a Mis Cosines el haber realizado algunas de las fotos que aquí se muestran.
También decir que en los blogs enlazados al principio, en un futuro no muy lejano, aparecerán sus respectivas entradas, con sus diferentes puntos de vista y relatos de este día, además de mejores fotos de diferentes especies.




10 comentarios:

  1. Un placer :)
    Muy guapa la foto del mosquitero. Habrá que explorar los alrededores de las Tablas, que puede haber sorpresas.

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    1. Sí que hay que explorar otros lugares cercanos a las Tablas, que nunca se sabe. Para octubre estaría bien mirar por la zona de la dehesa.

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  2. Hola Isma.
    Creo que no es posible resumir mejor lo que vimos y vivimos el sábado.
    Las fotos están muy bien; las cercetas, los milanos, el pechiazul ha quedado muy bien (era complicado sacarle entre las hierbas, las sombras, los cambios de luz) y el complicado e inquieto mosquitero lo habeis clavado.
    Un placer compartir con vosotros el día pajarero, lo pasamos muy bien y volvimos muy satisfechos. Habrá que repetir en Daimiel, en Madrid o donde sea.
    Un abrazo!!

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    1. Buenas.

      Gracias por lo de las fotos (también de parte de Mis Cosines, que se ha encargado de la mayoría). Al mosquitero lo conseguí fotografiar gracias al enfoque manual, porque si no...imposible.
      El placer es nuestro. Y claro que repetiremos, pero en Daimiel, Madrid Y donde sea, je, je.

      Un saludo.

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  3. ¿Que tengo mejores fotos? Pues ya me gustaría a mí ese zorzal común.
    En vista de lo bien que has hecho la crónica del día, he decido que el relato se quede en tus manos y centrarme yo en las especies.
    Aquí está ya todo dicho: mucha gente, climatología que al final nos favoreció, mucha agua y sorpresas animales como siempre.

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    1. Seguro que sí tienes buenas fotografías. El zorzal común es de la otra ocasión, cuando paramos allí para comer en el viaje a Córdoba...si no, tú también lo hubieras pillado.
      Ya he visto tu entrada, algo diferente a la mía en la forma de exponerlo, muy bien.

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  4. Mira que he visto anátidas (incluso varias rarezas) pero justo las tres nuestras que me faltan son las que has puesto (pardo, pardilla y malvasía). El pechiazul precioso, es uno de mis pájaros preferidos; si este verano pasas por Campóo los verás muy bien, porque crían ahí, en los brezos de alta montaña. Por cierto, que burrada de milanos! Con su llegada y con la marcha de las grullas podemos afirmar sin miedo que ya es primavera!
    Salu2

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    1. Tarde o temprano tendrás posibilidades de ver a esas tres, que merecen y mucho.
      El pechiazul no dejó que nos acercáramos mucho, aunque por el telescopio se veía de maravilla, qué colirido, es una preciosidad. Estaría bien hacer una parada por el Alto Campóo para ver a este y muchos más.
      Lo de los milanos ha sido increible, desde luego. Y cuando pensaba que ya no veríamos más grullas, ahí que aparecen (y hoy alguna más).

      Saludos.

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  5. Tu fotos son muy bonitas, me encantan!
    Impresionante el vuelo de milanos negros!
    Son aquí en el sur de Francia desde 3 semanas!
    Un saludo cordial!

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  6. Muchas gracias. No todas las fotos son mías.
    Fue impresionante ver tantos milanos negros. Aquí, en Madrid, la primera vez los vi el 18 de febrero (26 milanos negros).

    Un saludo.

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