viernes, 6 de julio de 2012

La familia alalpardeña de cigüeñas blancas (parte II ).

En la primera parte llegaron los padres, incubaron los huevos y vimos cómo cuatro fantásticos pollos de cigüeña se criaban, todo ello en lo alto de la iglesia de Alalpardo.
Tras la sorpresa de ver que en realidad eran cuatro pollos y no tres como pensaba, la situación cambió poco, es decir, los jóvenes seguían ejercitando su musculatura, los padres los protegían ante la llegada de intrusos de su misma especie, y se lanzaban rápidamente a por la comida que llegaba hasta el nido.





Lo bueno de esos aburridos días fue ver a la madre sobrevolar mi casa, lo que más cerca estuvo tras tanto tiempo.



Pero todo cambió en uno de esos días tan calurosos de junio, cuando una de las cigüeñas adultas estuvo bastante tiempo comiendo algo en el interior del nido, mientras que los juveniles ni siquiera miraban. Empecé a sospechar, algo raro estaba pasando allí...



...pero bueno, al principio decidí no hacerle mucho caso. Prefería interesarme y alegrarme observando los progresos de los juveniles en sus clases de inicio al vuelo. Saltaban sobre el propio nido, abrían sus alas, aleteaban un poco y posteriormente las dejaban rectas para caer en el mismo lugar, planeando. También veía cómo el negro de picos y patas iba pasando poco a poco a un color naranja mucho más bonito. En definitiva, estaban creciendo, se me estaban haciendo mayores...




Los días de aprendizaje se fueron sucediendo, siempre al finalizar la tarde. Y tras el arduo ejercicio nada mejor que llenar el estómago con una "sabrosa" y caliente comida.




Otro día, con humo en el horizonte y con toda la familia en el campanario viendo ese triste espectáculo supe definitivamente que uno de los pequeños ya no estaba entre ellos...Es triste saberlo, pero así es la vida para todos, sobre todo para los más débiles.




Pero como siempre, mejor quedarse con las cosas que nos alegran el corazón, con los otros tres pollos que consiguieron salir adelante. Sobre todo con esos momentos de intensas prácticas de vuelo, cuando uno detrás de otro saltaban y aleteaban sobre el nido para aterrizar cuidadosamente después. 


 

Ese día sería el último, el que les dio el aprobado para después ir, poco a poco, abandonando el nido. El primero fue el más torpe, y además no le favorecía para nada el viento de ese día. Así que, prefirió aterrizar sobre una antena para posteriormente desaparecer. La madre ya lo sabía, la hora había llegado y se despedía de su pequeño.




Pero la tristeza de ese mismo día cambió completamente cuando desde mi ventana observaba a una rapaz de gran envergadura y hombros blancos, sobrevolando el arroyo que cruza por mi pueblo.  El águila imperial ibérica, emblema de nuestra fauna, estaba aquí por segunda vez (que yo sepa). Ha sido una verdadera suerte que en menos de cinco días pudiera observar desde mi propia habitación a dos de las grandes amenazadas de nuestra avifauna, el buitre negro y el águila imperial ibérica. Las fotos, de nuevo, no son gran cosa, básicamente testimoniales al estar bastante lejos. Mejor observarlas directamente con los prismáticos.




Siguiendo con nuestras cigüeñas, en los dos días posteriores fueron abandonando el nido. Los padres pueden sentirse orgullosos de haber hecho bien su trabajo, dando tres nuevas criaturas a este mundo.






6 comentarios:

  1. Muy buen trabajo con el seguimiento de la familia cigüeñosa, hasta el momento en que se marcharon para buscarse la vida.
    Tenemos mucha suerte de que una de las especies de aves de grandes dimensiones haya conseguido prosperar entre los humanos y cada año salgan adelante nuevas nidadas como la tuya.
    Y el momento imperial es todo un puntazo, un regalito de la naturaleza.

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    1. Muchas gracias. Fue una suerte poder ver cómo ha ido evolucioando, con una única pena real. Tal vez vuelvan los pollos para ver si está ocupado el nido o no, quién sabe.
      Y sí, fue algo increible poder ver a la imperial en el pueblo, aunque mucho más lejos...por ello, seguiré asomándome a la ventana, quién sabe, tal vez aparezca otra gran rapaz.

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  2. Y.... Otra gran enhorabuena!!
    Es genial el seguimiento que has podido hacer!!
    A lo mejor algún día vuelven y puedes saber qué es de ellos! :)

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    1. Muchas gracias. Fue un placer poder hacer el seguimiento desde aquí, sin molestias para las aves (aunque estén acostumbradas a las personas) y sin tener que desplazarme.
      Ojalá volvieran, pero dudo que las sepa reconocer...

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  3. Una lástima lo del pollo, pero de lo malo los otros tres consiguieron salir adelante. Como han dicho por arriba, gran trabajo!

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    1. Es lo que tiene la vida. Yo me quedo con los divertidos momentos en los que los tres pollos que salieron adelante se dedicaban a saltar y aletear, uno detrás del otro.

      Muchas gracias xD.

      Saludos.

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