Tras varias entradas de múltiples lugares, como Toledo, Cataluña o Asturias, ha llegado el momento de dedicarle la primera a mi comunidad, Madrid.
Cerca, muy cerca del ajetreado centro de la ciudad se encuentra uno de sus parques más conocidos. Sin embargo, siempre que he estado allí he tenido la misma sensación, la de tranquilidad y soledad. Seguramente se deba a que muy pocas personas se adentran en él, que lo visiten al completo y quieran disfrutar de la misma sensación que yo.
Ello, acompañado del cuidado de sus jardines, los senderos ocultos por su bosque o las estatuas diseminadas, hacen de éste lugar uno de los más especiales de Madrid.
Además, no hay que olvidar que desde este parque se puede disfrutar de unas maravillosas vistas del Palacio Real.
Me gustó mucho ese sitio.
ResponderEliminar(Se ve el faisáaaaan!!)
Hombreee, una entrada de un sitio donde yo estuve, si hasta sale como ella dice el faisán que estuve persiguiendo.
ResponderEliminarLas fotos son de ese mismo día, ya que las otras que tenía, que por cierto, me gustaban mucho, las perdí cuando tuve que formatear el ordenador.
ResponderEliminarYa volveremos, Napo, porque nos quedé por ver con eso de que cerraron tan pronto.
Aun así, yo me quedo con El Capricho.
Es bien bonito. Yo creo que no he ido nunca y eso que está en Madrid xD
ResponderEliminarMe gusta mucho encontrar este tipo de lugar dentro de las grandes junglas de acero y cemento
ResponderEliminarMadrid, aunque ciudad moderna, tiene numerosos parques, alguno de ellos verdaderamente bonitos. Desde el conocidísimo Retiro, hasta el más que increible El Capricho.
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