Cualquiera podría decir que la primera explotación, la de ovejas, pertenece al pasado. A aquellos años en los que se tenían varias ovejas, entre otros animales, para consumo propio o venta directa en el mercado del pueblo.
Pero no ocurre lo mismo en Asturias, donde aún se mantienen a las ovejas en los pastos durante todo el año.
Muy cerca de la primera, a sólo 80 metros, se encuentra otra un poco más grande, de vacas de aptitud cárnica. Es la otra cara de la ganadería, y se supone que el presente y el futuro.
Al menos, en ésta las vacas podían ver el pasto, e imagino que podrán probarlo directamente y tumbarse a rumiar pacientemente durante los meses más cálidos.
Asturies ye diferente,para lo bueno y lo malo.
ResponderEliminarTodo en nuestra región convive.
Saludos
Más para lo bueno que para lo malo.
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