Dicho y hecho. Tardamos dos semanas en volver al parque madrileño Quinta de los Molinos, y como esperábamos, los almendros ya estaban mucho más florecidos.
Este insólito parque presenta un único molino de viento, por lo que no hace honor a su nombre. Además, para mi gusto no es nada llamativo. También presenta un palacete del siglo pasado acompañado de jardines, lo cual tampoco me pareció algo peculiar.
Por lo que es verdaderamente conocido es por sus almendros. Hectáreas completas de este precioso árbol que ahora se encuentra en su época de máximo esplendor, totalmente cubiertos de blanco con ligeros matices rosáceos.
Y como espectáculo que es, se llena de madrileños ilusionados por visitar esta fantástica "huerta" en la mismisima ciudad de Madrid.
Pero no hay que quedarse sólo con los almendros, ya que también están las mimosas en flor, compitiendo en belleza y aroma.
Ahora sí que lo has pasado como los enanos.
ResponderEliminarPD: nueva edición de "lugares con nombres que no les pegan".
Ya sabemos donde ir a gorronear almendras dentro de unos meses, guiño, guiño.
ResponderEliminarPues sí, lo hemos pasado bastante bien. Se hace agradable ir allí...así que volveremos para recoger almendras.
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