jueves, 16 de enero de 2014

Frutos del otoño.

En nuestras excursiones por los diferentes lugares a los que hemos ido este otoño (Barranco del río Dulce, melojar de La Acebeda, Hayedo de la Pedrosa, La Pedriza, o simplemente en nuestros paseos cotidianos nos fijamos en el paisaje, pero también en los detalles del ambiente, como sus animales y sus plantas.
Y no es para menos que nos fijemos en éstas últimas, pues muchas de ellas estaban cargadas de bayas de diferentes colores, frutos del bosque o frutos secos.

Empezando por los futos secos, por mi zona habitual de paseo sólo he sido capaz de ver las bellotas de las encinas (Quercus ilex). Sin embargo, a lo largo de los meses van pasando de un verde claro y brillante a un marrón oscuro, para finalmente caer al suelo.

Bellota.

Es entonces cuando son aprovechadas por lo animales como alimento. Indudablemente asociamos cerdos en montanera y grullas con las bellotas, pero por mi zona no hay ni unos ni otras... Sin embargo, otros animales sí que se las comen, como es el caso de las grajillas.

Bellotas.
Bellota.

Otro fruto seco que vimos fueron los hayucos en el Hayedo de la Pedrosa. No todas las hayas (Fagus sylvatica) presentaban sus hayucos todavía introducidos en una cúpula. Ésta cubre completamente los frutos hasta que se abren en cuatro valvas y aparecen los haycos agrupados de dos en dos.

Hayucos.

Tanto bellotas como hayucos también han sido consumidos por el hombre, de diferentes formas: crudos, tostados, molidos para hacer harinas y posteriormente pan (mezclado con harinas de cereales), etc. Aunque dicen que de los segundos no conviene excederse.

Hayucos.

En el hayedo también se veían algunas setas, varias agrupaciones creciendo directamente sobre el tronco de un árbol, seguramente en mal estado o muerto. Creo que se trata de Oudemansiella mucida, una seta realmente bonita cuando es pequeña. No estoy seguro de si en el resto de las fotografías se trata de la misma especie pero más vieja o de diferentes especies.

Oudemansiella mucida.


Pasando ya a las bayas y a los frutos del bosque, hay tres que son muy ubicuos. Son las moras de la zarzamora (Rubus ulmifolius), los escaramujos del rosal silvestre (Rosa canina) y las bayas el majuelo espino albar (Crataegus monogyna).
Las moras van pasando del rojo al negro según van madurando, momento en el que son apreciadas para comer en crudo, para la preparación de postres o de mermeladas.

Mora.
Moras.

En cambio, el escaramujo parece tener menor valor gastronómico, aunque parece que sí medicinal.

Escaramujo.

Y ya, las bayas del espino albar directamente creo que no se utilizan para la alimentación humana. Sin embargo, sí son muy importantes para la alimentación de otras especies animales, fundamentalmente los pajarillos durante el paso migratorio post-nupcial y en los duros meses del invierno.

Bayas de majuelo.
Bayas de majuelo.

En cuanto a frutos menos frecuentes, al menos por mi entorno, empiezo con aquellos vistos en el melojar de La Acebeda. El primero que nos llamó la atención fue la drupa del endrino (Prunus spinosa). La verdad es que quedaban muy pocas endrinas, éstas de color violáceo. Tal vez ya se las habían llevado para hacer mermelada o menos probablemente, un pacharán...

Endrina.

Por allí también encontramos los frutos rojos de la nueza negra (Tamus communis) planta que es completamente tóxica. Y los de la madreselva de los bosques (Lonicera periclimenum subsp hispanica) de la cual no conozco ningún uso culinario.

Nueza negra.
Madreselva de los bosques.

Otra planta venenosa y que acaparó gran parte de nuestra atención de la mañana fue el bonetero (Euonymus europaeus). Y no es para menos, por sus curiosos futos de color rosado que al abrirse dejan ver una semilla de un intenso color naranja. Sin embargo, está totalmente desaconsejada su ingestión pues su toxicidad es importante.

Bonetero.

Por allí también vimo otra seta, en este caso Cuprinus picaceus, que no será comestible, pero sí muy fotogénita y que nos recuerda a otra de intensos colores rojos.

Cuprinus picaceus.

Y en la zona del hayedo también vimos uno de los árboles que mejor saben vestir el color rojo, los serbales de los cazadores (Sorbus aucuparia), aunque los mostajos (Sorbus aria) tampoco les deberían envidiar.

Serbal de los cazadores.

Por allí también encontramos un plantita, al lado de la carretera, con estas bayas, pero sinceramente desconozco la especie a la que pertenecen.
Nota de noviembre de 2014: como todo en esta vida, se va aprendiendo poco a poco. Y las bayas que no conocía hace un año, ya sé de qué son: de la dulcamara (Solanum dulcarama), bayas venenosas para nosotros pero no para los pajarillos, encargados de disperar a esta planta.

Dulcamara (Solanum dulcamara)

También vimos torvisco (Daphne gnidium) en La Pedriza, sanguino (Cornus sanguinea) en el Barranco del río Dulce, o enebro (Juniperus spp.) en una de nuestras zonas de paseo.

Torvisco.
Sanguino.
Enebro.

Pero no todo son frutos en esta época. Aparecen también algunas flores como es el caso de los amentos de lo que creo un avellano (Corylus avellana). O una flores que brotan directamente del suelo, el azafrán silvestre (Colchium autumnale).

Amento del avellano.
Azafrán silvestre.

Así, aunque nos movamos por diferentes lugares no debemos de dejar de admirar a la naturaleza durante el otoño. Y aunque esta estación sea más asociada a la caida de las hojas muertas también podemos ver mucha vida de otras formas.





10 comentarios:

  1. Excelente recopilación, si es que el otoño da para mucho ;)
    Ahora habrá que ir pensando en salir en busca de las flores primaverales je, je.

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    1. Muchas gracias. Y aun así faltan muchas cosas que no vimos y otras que vimos pero no tengo buenas fotografías (saúco, mostajo...)
      Yo ya voy pensando en algún sitio al que ir en busca de flores.

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  2. Si es que el otoño es una de las estaciones más bonitas. Espero que tus lecciones sobre las diferentes plantas y bayas me sirva en mi próxima salida.

    Saludos.

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    1. A mí es la estación que más me gusta, aunque cada una tiene sus cosas buenas y sus cosas "malas". Bueno, son breves pues hay más información en otras páginas mucho más serias (asturnatura, por ejemplo). Aunque espero que las fotografías te permitan identificar algunas o muchas de ellas, je, je.

      Un saludo.

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  3. Magnífica entrada, una de las mejores que he visto retratando frutos de otoño. También es mi estación favorita, aunque es cierto que elegir es hacer una injusticia porque todas tienen su "aquél". Con tu permiso, te agrego al feedly para seguir el blog.
    Saludos desde el norte de Valencia.

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    1. Muchísimas gracias. Siempre se intenta hacer lo mejor posible, desde luego.
      Aunque prefiera el otoño ahora estoy deseando que llegue la primavera para salir de flores, je, je.
      Claro que puedes agregarme, no hace falta permiso alguno.

      Saludos y bienvenido al blog.

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  4. De lo más chulo que has publicado dando información, y menudo catálogo de fotos.

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  5. Gracias. Aunque espero que sin desmerecer otras entradas, je, je.
    Todavía me arrepiento de no haber fotografiado otras que vi...

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  6. Muy muy chula esta entrada, me ha encantado. Los textos y las fotos me han hecho aprender y me harán fijarme mas cuando vaya al campo (para matarme pensando que silvia es ing. forestal).

    Un abrazo!!

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    1. Me alegro de que te haya gustado y que hayas aprendido algo. Habrá que fijarse más en las plantas, sobre todo porque a Silvia le gustará eso, je, je.

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