Andorra.

Andorra, ese pequeño país situado entre Francia y España, famoso por el turismo de montaña y por el comercio. Tal vez sus núcleos urbanos más conocidos sean Andorra la Vieja, su capital, y Pas de la Casa junto a la frontera francesa.

Pero Andorra no es sólo eso. Esconde tesoros en forma de iglesias románicas en prácticamente todas sus parroquias. Iglesias bastante diferentes a algunas ya conocidas del románico asturiano y de otros puntos de nuestra geografía.. Se caracterizan, las andorranas (y de otros lugares de los Pirineos) por tener campanario de estilo lombardo, nave rectangular y ábside semicircular. Además, entre los diferentes templos hay características que los diferencian, como tener un campanario de gran altura, o que éste sea circular.

Entre todas destaco las iglesias de Sant Climent de Pal y Sant Joan de Caselles.

La primera, situada en el centro de Pal, un pequeño, tranquilo y aislado pueblo. Se caracteriza por tener ábside cuadrado y las últimas ventanas del campanario ser germinadas dobles.

Justo a su lado se encuentra el Centro de Interpretación de Andorra Románica, recomiendable para aquellos a los que le guste nuestro pasado, o tengan curiosidad y ganas de aprender.

La segunda es más fácil de encontrar, ya que se encuentra junto a la carretera que atraviesa Canillo. Eso sí, está solitaria en lo alto de un pequeño montículo, lo cual nos regala una de las imágenes más románticas del principado. La iglesia es de pequeño tamaño, pudiendo pasar perfectamente por una ermita.

Y ya que estamos en Canillo, se puede dar un paseo por su casco antiguo hasta llegar a la Iglesia de San Servi (aunque ésta no tiene nada de románica).