Hace tiempo comenté que dedicaría una entrada a los caballos y otros animales (no salvajes). Muchos ya conocen de dónde viene mi gusto por ellos, y si le juntamos mi afición a la fotografía, tenemos a un futuro veterinario-fotógrafo.
Me encanta plasmarlos en una imagen, sobre todo si están al aire libre, en una verde pradera o en un pequeño pueblo.
Por ejemplo, me emociono al ver varias frisonas bajo una panera. Algo tan extraño en mis tierras (y no sólo por la panera, claro).
O cuando veo al xatu retozando alegremente junto a su madre.
También me alegré al ver juntos a estos tres amigos, reposando bajo la sombra de los árboles del pirineo catalán.
O a este caballo, absorto con su comida. Ni siquiera se fijaba en la multitud de excursionistas que pasaban a su lado.
Pero las mejores modelos son estas pequeñuelas. Pueden empezar a seguirte hasta la misma puerta del coche...tan atrevidas son a veces.
O también se ponen en la ventana, como si de una abuela cotilla se tratara.
Sin embargo, las mejores fotos siempre son y siempre serán aquellas en la que nuestros compañeros de vida forman parte de un bello paisaje. En este caso podríamos decir que los animales tienen otra función, la decorativa.
Y para el final, no me puedo olvidar de este gracioso caballo. Nos regaló un agradable momento con sus jugueteos, aunque sin olvidar el susto inicial. Ahora siempre que voy a Amandi lo busco, pero nunca está, una pena.
Algunas de las fotos me suenan, ya las conocía yo, pillín.
ResponderEliminarTe ha quedado una entrada preciosa!!
ResponderEliminarSon taan adorables...
Y la última foto me encanta!! :)
Qué susto me dio el caballo en Amandi, por dios xD
ResponderEliminarlas gallinas son la leche, hale.
Carlos: aunque la mayoría te suenen, son tan guapas...
ResponderEliminarRaquel: siempre me podría haber quedado mejor, sobre todo el texto.
Mic cosines: y lo bien que te lo pasaste después fotografiándole y viendo cómo trataba a nuestro lado qué.