En una de mis primeras entradas os presenté una de las parroquias maliayas que más me gustan, Amandi.
Aunque ya se ha dejado mostrar anteriormente a través de las fotos de Misiego y el Rebollar, hoy nos vamos a adentrar un poco más en la parroquia de Selorio para ir conociendo sus encantos.
Uno de los puntos más conocidos de esta parroquia se encuentra en Misiego, donde una pequeña casa de cuento vigila la subida y la bajada del agua de la ensenada.
Dando un placentero paseo, con la ensenada y la Canal siempre a nuestro lado, llegamos a la inmensa playa de Rodiles.
Playa flanqueada a un lado por la desembocadura de la propia ría, al otro, por la Punta de Rodiles. Metros y metros de fina arena, metros y metros de huellas que son borradas por el embravecido mar.
Al adentrarnos en la rasa de Selorio una pequeña ermita nos da la bienvenida...
...a un mundo totalmente diferente a los anteriormente visto. Grandes extensiones de verdes pastos salpicados por eucaliptales y por pequeñas aldeas, como Santa Mera o Castiello, o la ya conocida el Rebollar, esa que nos regala preciosas panorámicas de la ría.
Y pensar que todo esto está tan cerca del mar, y ni siquiera poder verlo...
Y para descansar, ya en Selorio, nada como la tranquilidad de la pradera que acompaña a la iglesia de Santa Eulalia de Selorio.