martes, 18 de febrero de 2014

Aves universitarias.

Hace un año tuvimos un corto pero gran viaje a Córdoba, a cuyas dehesas dediqué una entrada de mejor calidad que muchísimas de las anteriores (para mi gusto). Entrada que creo que supuso un punto de inflexión para este blog ya que la tomé como referencia en adelante.
Sin embargo, de vez en cuando apetece hacer entradas algo más breves y rápidas, como va a ser el caso de ésta. Y como hace mucho que no dedico ninguna a otra de las cosas que tanto me gusta, las aves, pues allá vamos.

Y la excusa perfecta para hacer esta entrada (y ya de paso lo publicito un poco) es la serie de conferencias llamada "Aves, agricultura y medio ambiente", a la primera de las cuales asistimos la semana pasada. Están organizadas por el grupo local SEO Monticola, localizado en el edificio de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid. Me gustaron mucho y por ello os animo a asistir.
Es la excusa porque las aves aquí presentadas las he visto y fotografiado en el Campus de Cantoblanco, de la universidad anteriormente mencionada, y en el cercano Monte de Valdelatas.

Sin duda alguna, los grandes protagonistas de los jardines del campus son los paseriformes, y de los que más me gustan e incluso los voy buscando, son los agateadores comunes o europeos. Normalmente se encuentran en los troncos de los pinos allí plantados, pero a veces también se pueden encontrar en otros árboles cuya corteza sea perfecta para moverse por ellos, que además suelen ser donde mejores fotografías se suelen conseguir por la luz que llega.

Agateador común.

Los pinos los comparte con otros pajarillos, especialmente con carbonero común, herrerillo común, y sobre todo, con carbonero garrapinos. Curiosamente, los dos primeros son también muy frecuentes en las encinas del monte de Valdelatas, y casi diría que son las especies más comunes por allí junto al pinzón vulgar.

Herrerillo común.

Entre frondosas o comiendo en el suelo es fácil ver al pinzón vulgar, al jilguero, al verdecillo o al verderón común. Algo más complicados son los mitos, los mosquiteros comunes, los lúganos, y en especial, el picogordo (y todavía más si se dedica a cantar entre el follaje).

Pinzón vulgar.
Jilguero.
Lúganos.

Y ya en el propio suelo los más fáciles de ver son, sin ninguna duda, las lavanderas blancas, los colirrojos tizones, y de vez en cuando los gorriones molineros. Además, en invierno, el campus atrae a los zorzales comunes.

Lavandera blanca.

Gorriones molineros.

De los pajarillos típicos del paso migratorio sólo he conseguido ver al papamoscas cerrojillo, aunque espero que se vayan dejando ver más.

Pasando a aves un poco más grandes pero a su vez más raras, se encuentra algún grupo de abejarucos junto a un terraplen (desconozco si existe alguna colonia por allí), y el pito real (al cual he visto en varias ocasiones en una zona determinada).

Pito real.

A la abubilla no la vi la primera vez que la vio mi acompañante, ya que yo me encontraba concentrado fotografiando a este petirrojo. Pero por suerte, en la siguiente ocasión sí que la conseguí ver, no sin antes aguantar algún pique que otro por parte de mi compañera.

Petirrojo.

Y entre las más grandes, casi siempre las he visto justo cuando no llevaba ningún equipo. He de mencionar que el campus se encuentra muy cerca de dos zonas muy importantes para la naturaleza madrileña: el Monte del Pardo y Soto de Viñuelas. Gracias a ello, he tenido la oportunidad de ver al buitre leonado, al águila imperial ibérica, además del milano real y el gavilán común. Hemos escuchado al ratonero común en más de una ocasión, pero sea cual sea la causa, no lo hemos conseguido ver todavía.

También he visto un gran grupo de de cigüeñas blancas cicleando por allí, y a las grullas en plena migración post-nupcial. Otras invernantes que vimos fueron 2 ó 3 ánsares comúnes, pero en el mes de mayo, por lo que seguramente procedan de un escape.

Y también procedentes de escapes son las cotorras argentinas, que aun no siendo tan comunes como en el centro de Madrid, sí que se dejan ver bastante.

Cotorra argentina.

Seguramente haya muchas otras cosas muy interesantes, pero que a lo largo de este tiempo todavía no hemos visto, ojalá vayan llegando poco a poco.



8 comentarios:

  1. Oye, pues qué bien estuvo la charla por lo que me acabas de contar por vía privada. No tenía ni idea de que hubiera lúganos invernantes por esa parte, y qué bien trincaste al agateador.

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    1. Bueno, no sé si son invernantes. Por allí los vi en una ocasión, justo a finales de marzo, así que tal vez estuvieran en paso.
      Con el agateador estuve bastantes minutos intentando fotografiarle hasta que se dejó.

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  2. Como dice Carlos esa charla debió estar muy bien.
    No sabía que tan cerca de mi trabajo hubiese lúganos, picogordos, agateadores y pito real. Bien pillado ese agateador.
    Así que hubo piques ;)
    Muy guapa esta entrada de aves universitarias...

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    1. Estuvo bien la charla, si quieres te cuento ya por privado.
      Tan cerca de tu trabajo y de Madrid tenemos tantas cosas interesantes que no sabemos...y mira que e suna pena. Como ya dije a Carlos, estuve un buen rato intentando fotografiar relativamente bien al agateador mientras estaba a lo suyo.
      Bueno, unos pocos.

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  3. Cualquiera diría que un campus universitario sea un buen sitio para ver aves je, je.

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    1. Ya ves, aunque al final casi cualquier sitio es bueno mientras se sepa buscarlas.
      Aunque ya sabes que los mejores días para ir al campus para ver aves son los fines de semana y festivos.

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  4. Pensaba que lo de las cotorras sólo pasaba en Barcelona. Muy buenas las fotos del agateador, con lo díficil que es de ver. Entre los piquiñines que son y lo bien que se camuflan me cuesta mucho encontrarlos, y luego, que no paran quietos no hay quien saque una foto decente.

    Saludos.

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    1. Tristemente no es así y en Madrid se dejan ver tanto la cotorra argentina como la cotorra de Kramer (menos numerosa y distribuida). En diferentes ciudades de la costa levantina y en algunos puntos del centro se pueden ver a ambas cotorras, e incluso creo que la de Kramer se encuentra en Gijón.

      Con los agateadores hay que estar atentos a los pequeños movimientos en los troncos de los árboles, aunque en ocasiones la primera pista la tendremos por su canto. Luego es tener paciencia y mucha suerte. Ánimo cuando te animes a fotografiarlos.

      Saludos.

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