Cerramos esta invierno con una última entrada blanca. En la Península Ibérica, durante esta temporada hemos tenido varias nevadas de importancias, especialmente en el norte. En el resto de la Península no ha sido menos, especialmente en las zonas montañosas como ya vimos en la Sierra de Segura, pero también en Madrid.
Hacía tiempo, mucho tiempo, que no "iba a la nieve", como es común decir por aquí. El hecho de ver los paneles de las principales autovías indicando que los aparcamientos de la sierra ya estaban completos a eso de las 9:30 de la mañana tira mucho para atrás (madrugón, multitudes...). Sin embargo, este otoño descubría la Sierra del Rincón, de forma que hacia allí nos dirigimos.
Si recordamos de la anterior entrada sobre la Sierra del Rincón, nos encontramos en la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón, cuyo paraje más conocido es el Hayedo de Montejo. En esta ocasión preferimos subir hasta el puerto de La Puebla para posteriormente descender a Puebla de la Sierra.
Poco después de pasar por Buitrago de Lozoya el paisaje iba siendo dominado por la nieve. Así, atravesábamos Horcajo de la Sierra, Horcajuelo de la Sierra y Montejo de la Sierra, percibiendo que el lugar elegido no nos decepcionaría, íbamos a tener tranquilidad y mucha, mucha nieve. Según subíamos por el puerto, el paisaje se adivinaba cada vez más espectacular, pero no fue hasta llegar arriba cuando realmente lo pude apreciar.
Por una lado se abre un gran valle, mientras que por el otro hay uno de menor tamaño. El primero es ni más ni menos que el conocido (al menos en Madrid), valle del Lozoya. Está limitado por diferentes sierra: en primer lugar tenemos la Sierra del Rincón, en la que nos situamos; o Peña Cebollera, lugar de nacimiento del río Jarama y que forma parte del extremo occidental de la Sierra de Ayllón.
Peña Cebollera, con su cumbre desnuda totalmente cubierta por la nieve, es la más llamativa desde nuestra posición con sus algo más de 2.100 metros de altura. Al otro lado del valle, en dirección sur (a la izquierda en las fotografías), se encuentran los Montes Carpetanos, con El Nevero como punto más alto. Sin embargo, no destaca debido a la cercanía del techo de Madrid, Peñalara con la Cuerda Larga justo en frente. Como vemos, cumbres y valle están totalmente cubiertos por la nieve, solo interrumpida por los pinares y melojares tan frecuentes en nuestras sierras.
Ya al otro lado del puerto nos encontramos con el valle de La Puebla. Debido a las sierras más juntas la sensación es que es algo más abrupto, con picos que llegan a los 1.800 metros de altura como es el caso de La Tornera o de la Peña de la Cabra. Nos encontramos con pinares y prados como protagonistas, aunque en el fondo, oculto por el terreno, se sitúa uno de los pueblos serranos más conocidos de Madrid (al menos por los madrileños): Puebla de la Sierra.
Puebla de Sierra, junto a La Hiruela, es el pueblo más afamado de los 5 que comparten la Reserva de la Biosfera Sierra del Rincón. No es para menos, ambos conservan la arquitectura serrana que tanto gusta por aquí.
Teniendo en cuenta su actual aislamiento, no podemos dejar de pensar su situación hace varios siglos, cuando los accesos hasta estos puntos eran más complicados, igual que la vida rural. Fue esto lo que le permitió adquirir el título de Villa en el año 1490. Pese a ello, su población en ningún momento ha superado las pocas centenas, dedicándose fundamentalmente a las tierra. El medio agrario sigue teniendo su importancia en el lugar, aunque cuenta con un turismo incipiente que explotar.
Las principales atracciones son, sin lugar a duda, su belleza, su localización, y tal vez la tranquilidad. Es un privilegio pasear por sus calles, especialmente estando cubiertas de nieve (que no de hielo), flanqueadas por edificios siguiendo la arquitectura serrana: piedra sobre piedra, con marcos de madera en puertas y ventana, tejas rojas y aleros de madera en los tejados.
Sin embargo, no escapó de la Guerra Civil, siendo dañados los edificios incluyendo los de mayor importancia como es el caso del ayuntamiento o de la iglesia, siendo reconstruidos ambos años después del conflicto. La iglesia parroquial de la Purísima Concepción data del principios del siglo XVIII, tratándose de una construcción sencilla que consta de tres naves separadas por arcos de medio punto. En el exterior, destaca su pórtico y especialmente la espadaña situada en la cabecera, la cual nos da una bonita imagen con las montañas en el horizonte.
Así terminamos esta visita a la Sierra del Rincón, la segunda y espero que no la última, ya que aún tenemos que descubrir que nos depara Prádena del Rincón y Horcajuelo de la Sierra. Personalmente, cada día que vengo por esta zona estoy convencido de que la Sierra del Rincón y la adyacente Sierra de Ayllón son de los lugares más bonitos y auténticos del Sistema Central (al menos dentro o cerca de la Comunidad de Madrid). Os animo a venir a descubrirla, no decepcionará.