sábado, 31 de diciembre de 2011

Vitienes.

Tal vez existan personas que se pregunten por el lugar desde donde hice la fotografía de fondo del blog.





Era la primera vez que iba a la Villa (Villaviciosa). Por aquel entonces, aún me sonaban extrañas muchas de sus palabras, como el gochu que vemos refocilándose en la huerta, o la pega que revoloteaba en la pumarada.
También me costaba recordar el nombre de los lugares visitados, como Amandi (ahora tan conocido), o los que veía en el horizonte, como la Sierra del Sueve.
Pero me quedó clara una cosa, me enamoré de estas tierras y supe desde aquel momento que siempre que pudiera volvería para ir descubriendo poco a poco sus encantos y tradiciones (y su gastronomía).
Todo esto lo supe aquí, mientras daba un placentero paseo, o como dicen aquí, caleyando por Vitienes.


viernes, 30 de diciembre de 2011

Las gaviotas fascinadas.

Con la mirada fija, centrada en un punto determinado, seis ojos observan en la misma dirección. ¿Qué estarán contemplando?




Tal vez la llegada de la próxima barca con su comida, quizá la partida de otra hacia el vasto y frío océano para así acompañarlo y encontrarse con un suculento y sabroso banquete al que lanzarse.




Sin embargo, no se dan cuenta de que al otro lado del espigón, una embarcación permanece quieta, silenciosa, en calma, y las gaviotas que la acompañan están imitándola. Pescando una, pescando las otras. ¿Permanecerán así para no compartir la comida capturada?, ¿para que no se la quiten sus vagas compañeras? ¿O tal vez son nuestras amigas las que no se atrevan a ir volando hasta allí, sin la protección de la embarcación?




Repentinamente suenan los graznidos de sus camaradas, en la lejanía. Graznidos de júbilo, de fiesta. Allí llegan los madrugadores pescadores, con su séquito atrás. Están celebrando el botín obtenido esta jornada.




Pero no se inmutan las gaviotas, permanecen mirando, embelesadas, absortas, fascinadas...



Y es normal, quién no lo estaría con Lastres.


jueves, 29 de diciembre de 2011

Toledo en un escaparate.



Catedral y espadas.


Ir recorriendo sus monumentales calles, siguiendo el rumbo que marca cada uno de sus escaparates, es un gozo para todos. Única en España, pues es visitada como si de un museo se tratara.
Pero esto no hace honor a esta bonita ciudad, ya que la verdadera exposición la componen cada uno de sus edificios, cada uno de sus palacios, cada una de sus iglesias, y sobre todo, su catedral.


lunes, 26 de diciembre de 2011

El pintoresco pueblo de Os de Civis.

Reanudando nuestro itinerario por los Pirineos, tras pasar antes por Bellver, esta vez vamos a parar en un pequeño pueblo del Alto Urgel.




Os de Civis, antaño prácticamente aislado entre cimas de más de 2.000 metro de altura, actualmente punto de referencia del turismo rural (y deportivo) en esta parte de Cataluña.




Ambas condiciones permiten que este pueblo conserve su carácter más rústico junto al cuidado de cada una de sus calles y casas.




Por ello, es agradable dar un paseo por sus empedradas calles, aunque haya que subir en dirección a la iglesia para poder observar bien el maravilloso entorno...




...cimas que nos invitan a seguir subiendo, bosques donde perdernos y cursos de ríos a los que seguir.





P.D: Ojalá hubiera estado en invierno o primavera y no en verano, pues seguramente todo gane en belleza, sobre todo las montañas y tejados cubiertos de nieve.



viernes, 23 de diciembre de 2011

...y la rosa.

"- Dame una rosa roja - exclamó - y te cantaré mi más dulce canción.
Pero el rosal negó con la cabeza.
- Mis rosas son amarillas - respondió -; tan amarillas como el cabello de la sirena que se sienta en un trono de ámbar y más amarillas que el narciso que florece en el prado antes de que llegue el segador con la guadaña."




Esta foto no será la más bonita ni la que mejor he hecho. Tampoco la flor o el lugar serán espectaculares. Sin embargo, tengo un especial cariño a esta foto y a esta amarilla rosa por los recuerdos que me abordan siempre que la contemplo.
Era la primera vez que la veía, con sus pétalos tan amarillos como el cabello de la sirena.
Era la primera vez que me sentaba a su lado, la admiraba y pensaba: "¡Ay, qué hermosa es!"


El primer fragmento pertenece a "El ruiseñor y la rosa" cuento de Oscar Wilde.


 

martes, 20 de diciembre de 2011

En soledad.

A nosotros llega un susurro, el del agua descender entre las rocas. Aún suena en la lejanía, pero nos reconforta, nos anima a seguir nuestro camino y nuestra búsqueda.

Se nos interponen dos senderos. El primero parece el equivocado, ya que sube y sube, y el agua siempre baja. Avanzamos por el otro, camino de hierba y rocío, alfombra de hojas y humedad. Nos adentra en un pequeño y agreste bosque de robles, castaños, acebos y helechos.




A cada pisada que damos sobre el manto del otoño el murmullo del agua se transforma en un estruendo, en el rugido de la naturaleza. Nos está esperando, nos aguarda para darnos la bienvenida.


 


 Y...oooooh.




Este remanso de tranquilidad, conjunto de tradición y naturaleza nos ha hechizado. Quiere que permanezcamos más tiempo junto a él, no nos deja marchar. Quiere nuestra compañía, la de alguien que se acuerde él, que no le dejemos solo. No le abandonemos.





Nosotros no le olvidaremos nunca, y siempre querremos volver. Antes de marchar apesadumbrados, una última mirada a esta maravilla, y la promesa de que eternamente estará con nosotros.




sábado, 17 de diciembre de 2011

Otoño.


                                                  "¡Qué hermoso es tras la lluvia
                                                  del triste otoño en la azulada tarde,
                                                  de las húmedas flores
                                                  el perfume aspirar hasta saciarse!"


Sierra de Ayllón desde Riaza.
A pocos días de que finalice la estación de los contraste vamos a darle un pequeño homenaje.

Con la transformación de las hojas nos fijamos en su llegada. Al principio, sólo unas pocas pasan del alegre verde a las diferentes tonalidades del amarillo...

Riaza.

 ...pero con el paso de los días, más y más hojas se visten de amarillo, siguiendo el ejemplo de sus compañeras.



Aunque las primeras, como si de una carrera se tratara, ya están esperando desprenderse hacia el suelo del bosque, o hacia el camino, o al jardín, a veces por sí solas, y las más, ayudadas por el viento.

Brihuega.


Este proceso se repite en todos y cada uno de los árboles, pero es curioso cómo se adelanta o se atrasa según la región, ya que mientras que en los montes asturianos se resisten los castaños, robles y hayas a abandonar sus hojas...


Un camino Asturiano.

...ya en Castilla están las desnudas ramas esperando a dar la bienvenida al invierno.

Río Manzanares en La Pedriza (Madrid).

La estrofa pertenece a la Rima LXVII, de nuevo de G. A. Bécquer.


martes, 13 de diciembre de 2011

Sidra.

"El mosto dulce llenaba todo el ambiente de los alrededores con su alegre, fuerte y delicioso aroma"




"En el fondo, este olor es lo mejor que ofrece el año, es la esencia misma de la madurez y la cosecha, y es bueno aspirarlo en ese momento ya cerca del invierno porque así uno recuerda con agradecimiento muchas cosas buenas y hermosas".


Aunque pertenezca al libro Bajo las ruedas, del alemán Herman Hesse, y esté ambientado en un pueblo del sur de Alemania, cerca de la Selva Negra, bien podría decirse que estamos ante un pueblo de la Comarca de la Sidra. Ésta está compuesta por Nava, Sariego, Colunga, Cabranes, Bimenes, y en pleno corazón, Villaviciosa, o la Villa, como se conoce por los lugareños.



Esta localidad asturiana, rodeada de prados y pumaradas nos aguarda con sus numerosas sidrerías y merenderos donde poder degustar la sidra, siempre acompañada de una buena ración, y cómo no, en buena compañía.




Sin embargo, el concejo de Villaviciosa no sólo es famoso por su sidra, si no que presenta uno de los pueblos más hermosos de Asturias, formado por numerosas parroquias, cada una con su propio encanto, además de la espectacular ría.
Pero tendrán que esperar ya que todo ello lo dejaremos para futuras historias.

Iglesia de San Andrés de Bredriñana.


domingo, 11 de diciembre de 2011

Catedral de San Salvador de Oviedo.

 "La torre de la catedral, poema romántico de piedra, delicado himno, de dulces líneas de belleza muda y perenne, era obra del siglo dieciséis, aunque antes comenzada, de estilo gótico, pero cabe decir, moderado por un instinto de prudencia y armonía que modificada las vulgares exageraciones de esta arquitectura".


"Entraron en la capilla del Panteón. Era ancha, oscura, fría de tosca fábrica, pero de majestuosa e imponente sencillez".




"Dentro de una cripta cavada en uno de los muros había un sepulcro de piedra de gran tamaño cubierta de relieve e inscripciones ilegibles".


Esta entrada pensaba ponerla desde hace mucho tiempo. De hecho, quería que fuera la primera, dando la bienvenida. Sin embargo, se fue retrasando, sobre todo por la expectativa de visitar Oviedo en un futuro muy cercano.
Y así fue. En este puente decidimos ir a esta bella ciudad asturiana, donde nos esperaba su grandiosa catedral, hermosa por fuera, pero aún más según nos adentramos en cada una de sus dependencias.
Entre éstas cabe destacar el Panteón de reyes, la Cámara Santa con sus espectaculares cruces, o sus capillas.



La descripción se la he dejado a Clarín al completo, ya que en su novela La Regenta plasma con gran detalle algunas de  sus zonas más impresionantes, aunque sea en la imaginaria catedral de Vetusta.






domingo, 4 de diciembre de 2011

Bellver.

"Bellver es una pequeña población situada a la falda de una colina, por detrás de la cual se ven elevarse, como las gradas de un colosal anfiteatro de granito, las empinadas y nebulosas crestas de los Pirineos."



Como describe Bécquer, situado entre las altas cumbres de los Pirineos y las no menos merecidas cumbres de la sierra de Cadí se encuentra Bellver de la Cerdaña.




Este pequeño pueblo, situado en una colina bordeada por el rio Segre se caracteriza por las numerosas calles, serpenteantes y empedradas, que suben hacia la plaza Mayor.




La plaza Mayor, porticada para mayor belleza, en uno de sus ángulos nos presenta a una de sus iglesias. Sin embargo, ésta, aunque algo apartada de la plaza, le confiere un carácter especial.




Pero, sin desmerecer su belleza, lo más impresionante se encuentra en el mirador, situado sobre las antiguas murallas, ya que permite observar el amplio valle del Segre. Para estas vistas, mejor dejo que las descubran cuando vayan.

Y para terminar, una imagen religiosa que espero que haga efecto frente a La cruz del diablo, leyenda de G. A. Bécquer de donde he sacado el primer párrafo.